Hola, mi nombre es Carmen Sánchez, vivo en México. Antes de la Certificación, mi vida era un verdadero caos.

Peleaba mucho con mi esposo, lo que eventualmente llevó a nuestra separación. Caí en una profunda depresión y me volví muy reactiva con mi hija, algo que no quería para nosotras. Decidí adquirir el método para dejar de ser reactiva, y aunque hubo algo de mejora, quería profundizar más. Luego llegó la pandemia.

Soy médico de profesión, y durante la pandemia, no había guarderías, ni escuela, ni quién cuidara de mi hija. No quería dejarla con cualquiera y, como trabajaba en un área prioritaria, no podía hacer home office. Mi trabajo era miserable, pero como era un empleo seguro, con prestaciones y jubilación, sentía que no había otro camino. Tocando fondo en todos los aspectos de mi vida, me sentía atrapada.

Me divorcié, subí de peso y no sabía cómo manejar mi reactividad con mi hija. La pandemia solo empeoró la situación. Entonces apareció la oferta de la certificación del Método Paternidad Efectiva. Con todo el miedo del mundo, pero con determinación, me inscribí. Durante el proceso, sané mi autoestima, lo que me ayudó a perder 20 kilos sin dietas extremas.

Compré mi casa en Yucatán y me mudé sola con mi hija. Dejé mi trabajo seguro y ahora vivo de ser facilitadora del método. No me arrepentiría jamás. Si alguien está indeciso, les digo que la transformación que se logra en este proceso es maravillosa, incluso si no te dedicas a ello profesionalmente, no te arrepentirás de todo lo que cambias y mejoras.